Violeta Parra: El folklore y la pasión (1994)

Álbum editado por el sello EMI en 1994 que reúne material de archivo de Violeta Parra. En su mayoría son grabaciones que Violeta realizó para la Odeón chilena entre 1954 y 1966, además de dos registros de EMI en Londres de mayo de 1956 (Viva el chapecao y La jardinera). Según indica Hannes Salo en la página cancioneros.com, el disco incluye cuatro grabaciones que hasta ese momento se encontraban inéditas: Una primera versión de Arauco tiene una pena (Levántate Huenchullán); una cuarta versión de La jardinera; una cuarta versión de Según el favor del viento y una segunda versión de Yo canto la diferencia.

Dice en el interior de la versión en cassette:

RECORDAR A VIOLETA PARRA

Para quienes la conocimos, Violeta Parra sigue siendo una herida abierta en el recuerdo. Sus últimos años estuvieron marcados por un creciente acúmulo de dificultades y contrariedades, afines a su compleja y rebelde personalidad. Como en otros seres excepcionales, su apasionado espíritu y su inteligencia la empujaban a metas e ideales inalcanzables, que tal vez consumaron en su alma un holocausto de esperanzas, sobre cuyas cenizas finalmente acabaría flotando, silenciosa, la Soledad. Nos dejó el 5 de febrero de 1967, y no quedamos en paz, cuando se fue.

No habrá consuelo, es cierto, pero cuán grato es volver a escuchar su voz y sus cantos. Vendrán otras generaciones que no sufrirán al pensar en ella, porque ya habrá comenzado a actuar la memoria selectiva, tan cómoda para que el mundo pueda seguir andando. Algunos dirán que Violeta fue una simple cantora campesina, otros, que una inconformista intelectual, o una enamorada del amor, pero todos coincidirán en que sublimaba sus pasiones e ideales en versos y sones estremecedores, y le darán en el recuerdo un lugar junto a Alfonsina, a Gabriela, a la Ibarbourou.

Toda evocación de Violeta comienza invariablemente con la imagen que nos dejó al partir. Rebelde y apasionada sin concesiones, no nos dió tiempo a prepararnos para una serena separación, como quien dispusiera calmosamente sus cosas para un largo viaje.

Es en el punto más alto de su pasión que Violeta vuelve siempre en el recuerdo. Por eso iniciamos este álbum en su homenaje con una composición que tuvimos guardada mucho tiempo, virtualmente desconocida, al menos en su propia interpretación. Como un huracán agazapado desde hace cinco siglos, el grito de Violeta por el hermano indio: ¡Levántate Huenchulao! ¡Levántate Curimón! «Arauco Tiene Una Pena».

Acallada la arenga, sentimos el deseo de reencontrarnos con la Violeta atemporal, en busca de la paz y la serenidad que ella se merecía y que el destino le negó. En un fragmento de “Defensa De Violeta Parra», las palabras de Nicanor, el hermano-padre, el poeta, que siempre le hablaba a Violeta con infinita ternura, nos devuelven atrás en el tiempo, a la lejana niñez y adolescencia impregnadas de la música y las tradiciones nacionales que la nutrieron en el seno de su familia y su entorno provinciano. La escuchamos cantando con voz fresca, casi infantil. «La Petaquita» una mazurca de antiguo origen salonero. De la misma raíz son los valses «Son Tus Ojos» y «Qué Pena Siente El Alma», hoy totalmente folklorizados. «Tonada Por Ponderación» es una graciosa parodia de la tendencia a la exageración con que los chacareros suelen ponderar sus frutos. «Blanca Flor y Filumena», notable hallazgo de Violeta en el ámbito de viejos cantores populares, por el proceso de folklorización que sufrió debe haber llegado hace siglos a Chile desde que se desprendió, por el 1200 o el 1300, del canto trovadoresco español. «Entre San Juan y San Peiro» reúne curiosamente la forma campesina tradicional de la tonada y una letra poco frecuente en el género de carácter religioso y con moraleja. Más tarde en un viaje a Chiloé Violeta recogió la cueca típica “Pedro Urdemales» que canta imitando el estilo recortado de la gente de la isla. Allí mismo debe haber hallado también el vivaz y gracioso «Viva El Chapecao».

En este apretado programa el grupo de canciones ya detallado representa la primera etapa de la evolución musical de Violeta, asimiladas por tradición oral en el medio en que transcurrió su infancia. En ese contexto nacería naturalmente el impulso creador que la acompañaría hasta el fin.

En las espléndidas composiciones «La Jardinera» y «La Juana Rosa», Violeta va más allá de hacer un alarde imitativo en un molde consagrado. Estas conocidas tonadas están conceptuadas como obras maestras, modelos de síntesis, originalidad y belleza en la combinación de letra y música. Otro ejemplo de la misma etapa es la curiosa composición «Galambo Temucano».

Violeta se movía mucho por toda la geografía chilena. En sus varios viajes de conocimiento, contacto y aprendizaje del pueblo y sus costumbres se sensibilizó fuertemente con la situación social y las carencias que experimentaban sus compatriotas más desposeídos. Este nuevo elemento, contingente y actual, hizo que su voz sobrepasara rápidamente los límites de lo autóctono y costumbrista, y no vaciló en banderizarse con toda reivindicación popular que ella considerara auténtica. Así se delinea claramente el segundo periodo musical de Violeta, ya que no iba con su carácter la cómoda actitud de la estudiosa e investigadora pasiva, dedicada al culto del pasado. Las creaciones de Violeta revelan ahora una entrega total y apasionada, durante la cual compone canciones-denuncia de gran originalidad y fuerza. Es obvio que la mayor virtud de estas notables creaciones radica en su fuerza expresiva y la sinceridad y valentía de las denuncias que contienen. «Arauco Tiene Una Pena» es una buena muestra, así como “Yо Canto a La Diferencia», «Según El Favor Del Viento» y «La Pericona Se Ha Muerto». «Mañana Me Voy Pal Norte» es una aproximación sentimental más a los nortinos, a quienes tanto quería.

Ya estamos lejos de aquella mujer tímida y de carácter concentrado que habíamos conocido en EMl a fines de 1954. Los discos que ahora graba Violeta no están en el corte de «Casamiento de negros» o «Qué pena siente el alma». En nuestras largas conversaciones con ella recordamos con nostalgia aquellos tiempos que parecen tan lejanos, y a los que sabemos que no se volverá. Violeta se siente llamada a una nueva forma de lucha por un destino exclusivo e inimitable. Ha diversificado sus formas de expresión artística, ha encontrado nuevos caminos en la música, y además en la tapicería y la pintura. Su voluntad y su genio parecen no tener limite, y logra exponer sus tapices en el Louvre. Uno de los recuerdos musicales de esa expedición es “Una Chilena En París», compuesto en estilo de valse musette, en cuya letra (en francés) Violeta relata su primera entrevista con el Director del museo más importante del mundo. Otra muestra es «Paloma Ausente», de tiernos y admirables versos, compuesta igualmente en París, recordando a su hija Carmen Luisa mientras aguardaba impaciente su llegada.

Violeta entra de lleno en la temática del amor, que es ahora el centro de su vida y su música. De este período hemos incluido «Paloma Ausente», el intimismo, el arcaísmo estilístico del precioso tema «Se Juntan Dos Palomitas», el desgarrado grito de pasión sin retorno que es «Que He Sacado Con Quererte», donde acude a dolidos acentos indígenas para manifestar su dolor.

Para elaborar el gran patrimonio de arte y amor que nos legara Violeta pagó el precio más alto formándose una especie de soledad vocacional, la de los seres demasiado lúcidos, aquellos que presienten un devenir cósmico donde la mayoría solo ve salidas y puestas de sol. Feliz ella que tuvo acceso a diversas formas de belleza superior, a las que volvió más bellas para prodigarlas con un lenguaje airoso intenso, absolutamente original.

Así recordamos a Violeta Parra.

NOUZEILLES

Contenido:

  1. Arauco tiene una pena (1a. versión) [Violeta Parra] (3:00)
  2. Defensa de Violeta Parra [Nicanor Parra] (1:03)
  3. La petaquita [Popular chilena] (2:16)
  4. Que pena siente el alma [Popular chilena] (2:58)
  5. Son tus ojos [Popular chilena] (1:52)
  6. Entre San Juan y San Peiro [Popular chilena] (2:46)
  7. Pedro Urdemales [Popular chilena] (1:43)
  8. Viva el chapecao [Popular chilena] (1:41)
  9. Blanca flor y Filumena [Popular chilena] (4:05)
  10. Tonada por ponderación [Popular chilena] (2:36)
  11. La Juana Rosa [Violeta Parra] (2:59)
  12. La jardinera (4a. versión) [Violeta Parra] (2:52)
  13. Galambo temucano [Violeta Parra] (2:23)
  14. Une chilienne à Paris [Violeta Parra] (2:44)
  15. Paloma ausente [Violeta Parra] (3:16)
  16. Mañana me voy pa’l norte [Violeta Parra] (2:24)
  17. La pericona se ha muerto [Violeta Parra] (2:24)
  18. Según el favor del viento (4a. versión) [Violeta Parra] (3:35)
  19. Yo canto la diferencia (2a. versión) [Violeta Parra] (4:57)
  20. Que he sacado con quererte [Violeta Parra] (3:46)
  21. Se juntan dos palomitas [Violeta Parra] (4:33)

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