A Paulino
I
La mayor parte de los mortales se queja, ¡oh Paulino!, de la malignidad de la naturaleza porque nos engendra para un tiempo corto y porque este espacio de tiempo que se nos concede corre tan veloz y rápidamente que, con la excepción de muy pocos, a los demás se les quita la vida cuando se están preparando para ella.
No es tan sólo la turba o el vulgo imprudente quien gime por este mal común, como dicen, sino que también este sentimiento ha suscitado las quejas de ilustres varones. De aquí aquella exclamación del mayor de los médicos: la vida es corta, el arte largo; de aquí el pleito de Aristóteles con la naturaleza que nos exige lo que de ninguna manera conviene a un varón sabio: que la naturaleza condescendió tanto con los animales que prolongó su vida por cinco o diez siglos, y al hombre nacido para tantas y tan grandes cosas le puso un término que está mucho más acá.

La obra del escritor uruguayo Mario Benedetti ha sido visitada reiteradamente por músicos que han utilizado sus poemas para construir canciones. Un ejemplo de ello es “Por qué cantamos”, poema que apareció en el libro Cotidianas (1979), que ha sido musicalizado en diversas ocasiones, siendo la más famosa de ellas la composición que hiciera Alberto Favero, y que popularizara Nacha Guevara. Ésta ha sido además interpretada por otros artistas como Juan Carlos Baglietto y Sara González.