«Toda Violeta Parra» es un álbum antológico de Violeta Parra, correspondiente al Volumen VIII de la serie editada por EMI que llevó por nombre “El folklore de Chile”. Recoge creaciones de distintos momentos de la carrera de Violeta, en donde se puede apreciar la evolución que su obra fue desarrollando hacia el canto de raíz de contenido más “social”. Todas las canciones pertenecen en letra y música a Violeta Parra, excepto: El chuico y la damajuana y El hijo arrepentido, que son poemas de Nicanor Parra musicalizados por Violeta; y El pueblo, que es un poema de Pablo Neruda al que Violeta puso música.
Dice en la contraportada del LP:
Violeta Parra es una antigua amiga mía. Y el autor de estas líneas no dice esto para «levantarse el tarro”, como se dice comúnmente, sino para advertir a los lectores que no es en calidad de musicólogo, ni para cumplir con un trabajo determinado, que él hará el comentario de este disco.
El amigo ve las cosas del amigo no desde fuera, como el público, sino desde adentro, y ésta es mi posición frente a la música de Violeta Parra, pues en más de una ocasión he estado presente en el mismo instante en que ella componía sus canciones y piezas para guitarra.
Lo primero que puedo decir sobre la música de Violeta Parra es que ella es viva y emana directamente de la vida, de manera que no hay en esta compositora desproporción y divorcio entre su arte y su existencia inmediata; ambas cosas son una y la misma cosa. Visitar a Violeta Parra en su casa de la calle Valladolid, «la mejora”, como ella la llama, y conversar con ella bajo ese techo de madera, verla rodeada de sus pinturas y sus tapices, sus hijos, sus perros y sus gatos, y el incorregible y bello desorden de papeles, flores, cintas, guitarras, guitarrones y arpas; oírla hablar “a lo divino” y “a lo humano” es conocer la substancia misma de su música. Y. ¿qué digo? No sólo de su música, sino de su poesía, porque Violeta Parra es poetisa, aunque no haya hecho muchos esfuerzos por darse a conocer como tal. Poetisa en el sentido popular, es decir, en el sentido antiguo y remoto del término, cuando no había poeta que no fuera músico, ni músico que no fuera poeta. Porque en Violeta Parra vive el ideal natural de la música cantada, donde la palabra, el ritmo y el sonido forman un todo indivisible. Bueno, y todo esto para decir que Violeta es una “cantora”, porque todo eso implica esta palabra rústica pero noble como la tierra.
Por esto quiero insistir a los lectores de estas líneas y a los auditores de este disco que con esta Antología de canciones, Violeta se da a conocer a nosotros también como poetisa. No oigamos las letras de sus canciones como simples letras de canciones —lo cual quiere decir pretexto para publicar algo que suene y pague—, sino como verdadera poesía popular del más alto valor.
Hay en esta antología piezas de diversas épocas, y en su conjunto revelan la evolución que su estilo ha seguido, hasta encontrar su auténtica y plena expresión.
Ambos elementos, melodía y poesía, en el arte de Violeta Parra hallan su fuente de inspiración en el folklore, donde, según ella, «está la raíz de todo”, y aún de la verdad misma. Particularmente es el “verso”, es decir la «décima” y su línea melódica «sui generis», el elemento folklórico que más determinantemente ha influido en el arte de Violeta. Y soy testigo de que no adoptó ella el estilo, la forma y la melodía del «verso” chileno, como alguien que viene de afuera y toma algo, sino que ha llegado a ello como una reminiscencia que se despertó dentro de ella porque estaba en ella, pues Violeta Parra es una hija del pueblo y es pueblo. Por esto sus canciones no tienen nada de postizo ni elaborado.
Hay en ellas toda la pureza del «canto a lo divino” chileno, y toda la sencillez y el ingenio de nuestra poesía popular.
FAZ 1.
HACE FALTA UN GUERRILLERO.— Tonada en la cual la autora manifiesta su deseo de ser madre de un guerrillero semejante a Manuel Rodríguez, «para que ponga cada cosa en su sitio y llame cada cosa por su nombre”, según la propia expresión de Violeta, con lo cual quiere decirnos, como fácilmente se advierte, que desea un conductor que sea capaz de cambiar el orden social existente. El acompañamiento de esta tonada es «Charrangueado”, lo cual quiere decir que imita el «charrango”, instrumento de tres cuerdas de alambre vulgar que se extienden sobre un poste y se sostienen con clavos en sus dos extremos, poniendo una botella debajo como resonador. Las cuerdas se frotan con una «manopla”, también de alambre.
VEINTIUNO SON LOS DOLORES.— Pertenece al tipo de Verso a lo Humano, y dentro de éste, a las décimas «numerales”. Habitualmente estas décimas llegan hasta el número 10; sin embargo, Violeta se pregunta: «¿Quién me impide a mí hacerlas hasta el 40.000?”. La intención de este verso es enumerar los dolores que causa el amor. Su acompañamiento es “golpeadito”.
POR LA MAÑANITA.— Esta es la primera tonada compuesta íntegramente por Violeta Parra, es decir, letra y música. La incluye especialmente para hacernos apreciar la evolución que ha seguido su estilo desde ella hasta «La Víspera de San Juan”, la más reciente canción de esta antología. Violeta califica ésta como una tonada santiaguina, con lo cual quiere decirnos que poco o nada hay en ella del espíritu del folklore.
EL DÍA DE TU CUMPLEAÑOS.— Esta canción fue compuesta a pedido de Enrique Bello, quien la víspera de su cumpleaños expresó el deseo de ser festejado con una canción de aniversario típicamente chilena, y dejar de mano el tan socorrido y horrible «Happy Birthday”. Violeta, al oír esto, dijo de inmediato: «No seré yo quien se haga la sorda”, y compuso esta notable canción con acompañamiento de «chapecao”, de manera que puede también ser bailada. Sus estrofas son de seis versos, y en ella la autora emplea el mayor número de «vocablos” populares.
EL CHUICO Y LA DAMAJUANA.— Canción destinada a cantar la gloria del vino. Acompañamiento de refalosa. Texto de Nicanor Parra, de su libro «La Cueca Larga». Premiada en el Concurso Vitivinícola.
YO CANTO LA DIFERENCIA.— Respecto de esta canción, Violeta nos ha dicho: «La obligación de cada artista es la de poner su poder creador al servicio de los hombres. Ya está añejo el cantar a los arroyitos y florcitas. Hoy la vida es más dura y el sufrimiento del pueblo no puede quedar desatendido por el artista.” Hay en esta canción elementos autobiográficos tales como «el parto de la Luisa», que ella vio con sus propios ojos y atendió con sus propias manos.
EL HIJO ARREPENTIDO.— Esta es la primera melodía de tonada compuesta por Violeta Parra, sobre un texto de su hermano Nicanor. El tema del Hijo Arrepentido es, como dice la autora, un fenómeno folklórico «carcelario”, lo cual quiere decir que abunda entre los cantores que se hallan en la cárcel cumpliendo alguna condena.
FAZ 2
AMIGOS TENGO POR CIENTO — Esta canción pertenece al género folklórico llamado «verso”. Por su tema puede clasificarse entre los «versos por astronomía”, o más propiamente, en este caso, «por los elementos”. Su acompañamiento es de «refalosa”, y por lo tanto puede ser bailada. El tipo especial de acentuación de las palabras, por la cual muchos acentos graves son convertidos en agudos, está tomada de dos canciones recopiladas por Violeta, que representaban esta misma característica, una llamada «Viva la luz de Don Creador”, recogida en San Carlos, y otra llamada «Yo tenía en mi Jardín”. La intención de la letra es cantar a la gloria de la Creación y a la armonía universal, lo cual es expresado por la autora como un sentimiento de amistad que ella siente con todas las cosas de la tierra y del cielo. Quiere, sin embargo, hacernos notar que su primera y principal amistad es la de su propio canto.
POR PASÁRMELO TOMAN…— Forma especial de «cueca diabla”, llamada «cueca recortada”, por faltarle las últimas silabas de cada verso. La autora se inspiró en una cueca del mismo tipo que cantaba el «Puyuco”, obrero panificador que tomaba, se «enfiestaba” y cantaba solo.
QUE TE TRAE POR AQUÍ.— Canción destinada a poner en evidencia las intenciones de los galanes que se acercan a las niñas, sean ellas malas o buenas. Su estrofa es de seis versos, y su acompañamiento de guitarra es «trinadito”, una forma de “toquio” propio del guitarrón, que procura imitar el «trino de los pajaritos».
CASAMIENTO DE NEGROS.— La más popular canción de Violeta Parra, que ha llegado a tener fama internacional. Nada nuevo pudiéramos decir sobre ella, que no conozca ya el público. Su estilo es el del género folklórico que se denomina Parabienes, y que está destinado a desear felicidad a las recién casados. Las estrofas son de seis versos (especialidad de la autora), y su acompañamiento «chicoteado” y «tuntunado”. El primero es aquél en que la cantora rasguea de tal manera, que bien puede compararse el sonido al chasquido de un chicote. El segundo es simplemente aquel que se llama vulgarmente «punteado”.
EL PUEBLO.— Canción compuesta sobre el poema homónimo de Pablo Neruda. Hermosa melodía de gran melancolía y originalidad. En principio compuesta para guitarra sola, de aquí su notable diferencia con las demás canciones. Tiene dos secciones bien definidas; en la segunda se advierte cierta influencia araucana. El mismo ritmo recuerda el golpe obstinado del cultrún (timbal araucano).
LA JARDINERA.— Segunda tonada íntegramente compuesta por Violeta Parra, letra y música. Al igual que «Por la Mañanita”, ésta va incluida aquí con el propósito de apreciar la evolución seguida por el estilo de la autora. El tema de esta tonada es un lamento después de una gran desilusión amorosa. Su acompañamiento es charrangueado.
PUERTO MONTT ESTA TEMBLANDO, décimas por el terremoto— Verso de contrapunto a dos melodías. La primera con acompañamiento de guitarra estilo guitarrón, y la segunda «a cappella”, es decir sin acompañamiento alguno. En ellas la autora nos relata la terrible experiencia del terremoto de Puerto Montt, que la sorprendió en el segundo piso de un antiguo hotel.
LUIS GASTÓN SOUBLETTE.
Contenido:
- Hace falta un guerrillero [1a. versión] [Violeta Parra] (3:46)
- Veintiuno son los dolores [Violeta Parra] (2:16)
- Por la mañanita [2a. versión] [Violeta Parra] (2:53)
- El día de tu cumpleaños [Violeta Parra] (1:49)
- El chuico y la damajuana [Nicanor Parra – Violeta Parra] (2:17)
- Yo canto la diferencia [1a. versión] [Violeta Parra] (4:55)
- El hijo arrepentido [Nicanor Parra – Violeta Parra] (4:12)
- Amigos tengo por ciento [Violeta Parra] (3:12)
- Por pasármelo toman… [Violeta Parra] (1:39)
- Qué te trae por aquí [Violeta Parra] (4:09)
- Casamiento de negros [4a. versión] [Popular chilena – Anónimo – Violeta Parra] (1:48)
- El pueblo (Paseaba el pueblo sus banderas rojas…) [1a. versión] [Pablo Neruda – Violeta Parra] (2:35)
- La jardinera [5a. versión] [Violeta Parra] (3:01)
- Puerto Montt está temblando [Violeta Parra] (5:50)