Primer larga duración del conjunto Kollahuara, agrupación formada por músicos chilenos y bolivianos. Fue publicado por el sello EMI en 1974 como segundo volumen de su serie “Canto de pueblos andinos”.
Integraban Kollahuara: Jorge Silva Riveros, Juan Silva Riveros, Jaime Silva Riveros, Mario Muñoz Calle, Oscar Bellot Vargas y Gastón Ribero Guarda.
Dice en la contraportada del LP:
EL CONJUNTO KOLLAHUARA.
El pueblo boliviano es un pueblo músico. La proliferación de artistas y músicos populares y folklóricos es tal en esa nación, que prácticamente no hay ciudadano que no interprete con acierto determinados géneros musicales de su país, dentro de la enorme variedad de manifestaciones autóctonas que lo caracterizan, ya sea en cuanto a ritmos y estilos, como en lo que se refiere a los instrumentos utilizados. Y de asombro en asombro, hallaremos que, a la par de instrumentos universales como, por ejemplo, la guitarra, florecen incontables medios para obtener recursos sonoros, melódicos y de percusión, cuya riqueza, originalidad y calidad no cesa de deslumbrar a cuantos se adentran en tan extraordinario mundo artístico.
No sabríamos hasta dónde remontarnos —y no estamos seguros de que la etnomusicología llegue a cubrir la totalidad de estos conocimientos hasta bastante tiempo más— para ubicar el origen de las voces musicales del Altiplano. Pero, ¿cómo no sentir en la complementación de las zampoñas las voces míticas de los vientos de altura?. El sólo asomarse por vez primera al sonido de esta especie de órgano eólico elemental causa una inquietud pánica, pues se sienten varias voces a la vez, sonidos reales y armónicos, como si al tocarla se conjurara la presencia de todos los dioses del pasado. Y en el otro extremo, el charango, hermosa guitarrilla de cristal y terciopelo, cascada de armonías y ritmos juguetones.
Y así, escuchar diferentes estilos folklóricos de las razas del Altiplano (y también del Oriente boliviano) se convierte en una experiencia enriquecedora y plena de sorpresas; así, un grupo folklórico de seis integrantes, como KOLLAHUARA, hace uso de tal variedad de recursos que no existe posibilidad alguna de encontrar monótono un programa musical boliviano.
El hecho de que KOLLAHUARA haya nacido de las inquietudes artísticas de seis estudiantes boliviano-chilenos de los muchos de ese origen residentes en Chile, no reduce en nada el magnífico profesionalismo y la alta calidad propios de sus interpretaciones. Más aún, algunos de ellos son reales virtuosos, lo que demuestra una vez más la innata condición artística de estos jóvenes, así como la natural tendencia de las-nuevas generaciones a reconocer la comunidad de valores culturales que caracteriza a Latinoamérica.
Finalmente, nos place poder ofrecer este nuevo aporte a la colección «CANTO DE PUEBLOS ANDINOS», que con el tiempo esperamos reúna un auténtico compendio de expresiones musicales de alta calidad en esta línea de repertorio. ‘
R. NOUZEILLES
(Coordinación artística)
«DIVISIÓN MUSICAL E INSTRUMENTOS FOLKLÓRICOS»
La música folklórica boliviana se puede dividir en tres partes, de acuerdo a las tres principales áreas geográficas que la componen.
Así tenemos el Altiplano, compuesto por los Departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, en los cuales nacen la Sicureada, la Morenada, la Kullaguada, las Danzas Autóctonas, la Saya (folklore negro boliviano) y la monumental danza-drama llamada La Diablada.
Los instrumentos más sobresalientes de estas danzas son: zampoñas, tarkhas, kenas, sicus, pinkillos, matraca, güiro, caja y huankara (bombo).
En la región de los valles y en los Andes occidentales (Cochabamba, Chuquisaca, Tarija), se cultivan los Huayños, Cuecas, Bailecitos, Chapaqueadas, Kaluyos, Yaravíes y Coplas (versos de contrapunto).
En estos ritmos no tan melancólicos ni penetrantes como los del Altiplano, se destacan fundamentalmente la nostalgia armónica e incisiva del charango, unido al romanticismo de la guitarra, del bombo y de la eterna introspección de la kena.
La zona del Trópico y de los llanos orientales, se destaca por su alegre y festiva música a través del Taquirari, el Carnaval y la Polca, aires que identifican con gran propiedad a sus habitantes de Santa Cruz, Beni y Pando.
Para estos bailes es la guitarra, el bombo, las maracas y con cierta frecuencia la caja, los instrumentos que participan en su ejecución.
Contenido:
- La mariposa [Gumercindo Licidio] (3:15)
- La cacharpaya [Del folklore] (3:33)
- Waca-Waca [Tradicional] (2:00)
- Guapuru [Tarateño Rojas] (1:50)
- Recuerdos [Edgar Jofré] (2:53)
- Tarkheada [Del folklore] (2:31)
- Alborozo kolla [Antonio Pantoja] (2:14)
- Aguilita voladora [H. Melasini] (2:29)
- El cóndor pasa [Tradicional] (4:01)
- Canción y huayño [Mauro Núñez] (4:00)
- Auqui-Auqui [Tradicional] (3:03)
- Destacamento 111 – La cuesta de Sama [Miguel Valda – Nilo Soruco] (3:39)
Ha revivir la música andina, hace mucha falta, en estos días.
Y el Torrent ???