Conjunto Millaray: Geografía musical de Chile - El folklore de Chile Vol. X (1962) | PERRERAC: La canción, un arma de la revolución

Primer álbum de Millaray, conjunto creado en 1958 por la investigadora y folklorista chilena Gabriela Pizarro, que fue, junto a Cuncumén, una de las agrupaciones de proyección folklórica más influyentes de aquellas surgidas bajo el alero e influjo de Violeta Parra y Margot Loyola; por donde transitaron nombres señeros del folklore como Héctor Pavez, el Negro Medel y la propia Gabriela Pizarro, que hasta su muerte fue una de las folkloristas más destacadas del país. El disco fue publicado en 1962 por EMI Odeón Chilena, como Volumen X de su serie El Folklore de Chile, y en él se recogen obras de origen popular recopiladas a lo largo de todo el país, entre las que destacan El cachimbo, La trastrasera, La huillincana y otras.

Dice en la contraportada del LP:

El Conjunto Millaray nació en la Casa de la Cultura de Ñuñoa a fines de 1958.

Su directora, Gabriela Pizarro, se inició en un curso dictado por Margot Loyola en la Escuela de Temporada de la Universidad de Chile. Anteriormente había sido alumna de la señora Isabel Soro durante sus estudios en la Escuela Normal N° 2.

Siendo integrante del Coro de la Universidad de Chile formó y dirigió el Conjunto Folklórico de dicha institución.

Al frente del Conjunto Millaray ha desarrollado una amplia labor de difusión, enseñanza e investigación.

El Conjunto está integrado además por Nelly Pavez, Raquel Pavez, Lidia Durán, Héctor Pavez, Carlos MedeI, Romilio Chandía y Delfín Salgado.

La principal labor del grupo ha sido la difusión mediante giras realizadas a través de casi todo el territorio chileno, donde además de propender a la formación de nuevos grupos, ha tomado contacto con los cantores populares, recibiendo de este modo informaciones directas sobre el canto y baile folklóricos, desarrollando también, durante sus cuatro años de vida, programas de difusión, por intermedio de recitales patrocinados por el Departamento del Pequeño Derecho de Autor, Instituto de Extensión Musical, Departamento Audiovisual de la Universidad de Chile, Ministerio de Educación, Dirección de Informaciones del Estado e Ilustre Municipalidad de Santiago.

Recientemente el Grupo ha sido agraciado con el segundo premio en el Concurso de Investigación, con motivo del X Aniversario de la Agrupación Folklórica de Chile, con un trabajo sobre Danzas de Chiloé.

ZONA NORTE

HUACHI TORITO.— Versión de Gabriela Pizarro, recogida de “Don Alfredo”, ex cantor y bailarín de las comparsas o cofradías iquiqueñas. Esta misma versión existe en Iquique y Calama.
EN ARICA ME EMBARQUÉ.— Cueca nortina. Higinio Godoy entregó a Gabriela Pizarro esta cueca que en su letra alude a los puertos nortinos y a la Guerra del Pacifico.
EL CACHIMBO.— Danza de pareja, versión recogida por Gabriela Pizarro. Este baile nortino, recogido en Iquique, es actualmente muy popular en la celebración de fiestas profanas en las quebradas del interior de las provincias del norte grande. Se canta acompañado de guitarras, tambor, bombo y pito. Su interpretación es alegre y en su animación participan todos los espectadores batiendo palmas.

ZONA CENTRAL

DESPIERTA VIDITA MIA.— Esquinazo, tonada de sorpresa para saludar a un santo o festejado, costumbre que aún se conserva en la Zona Central de Chile, especialmente en la Provincia de Colchagua, donde este tema fue recogido de la versión de la cantora doña Amelia Pino viuda de Fernández.
ZAMBA Y SI.— Refalosa campesina, recogida en Bio-Bio de don Filemon Cid, cantor popular de la zona, quien además tiene en su repertorio innumerables cuecas, tonadas y cantos a lo Humano y a lo Divino.
NO QUIERO QUERER A NADIE.— Margot Loyola enseñó a Gabriela Pizaгго esta cueca punteada recogida de Purita Martínez, cantora de Pomaire.
EL HACHERO.— Canción campesina de la región de Chillán, enseñada a Gabriela Pizarro por la señora Flor Parra, miembro de una familia de cantores.

ZONA SUR

DEL CUERO DE UNA NARANJA – 9. EN VALDIVIA CANTA UN GALLO.— Cuecas. Enseñadas a Héctor Pavez por don Tránsito de la Sierra Soto, cantor de Calbuco. Don Tránsito fue en vida el más afamado cantor del lugar, y enseñó al conjunto estas dos versiones en su propia casa.

ISLA DE CHILOE

LA TRASTRASERA.— Baile recogido por Gabriela Pizarro. Este baile, aprendido al interior de Dalcahue, acusa influencias españolas y huilliches. Casi jugando, los bailarines obedecen las indicaciones del cantor, quien en sus versos va dictando los movimientos.
LA PERICONA.— Danza recogida por Héctor Pavez. En Puchabrán, lugar situado al interior del pueblo de San Juan, en la región norte de la Isla de Chiloé, se encontró este baile, uno de los más difundidos de la Isla, y se aprendió, durante la celebración de una Minga, de un cantor llamado José Concepción Bahamonde, apodado “CANAHUE”; se baila de preferencia cuando el ánimo de los invitados es muy alegre. Intervienen en él dos mujeres y dos hombres, quienes enarbolan los pañuelos alegremente, las mujeres ejecutan movimientos ágiles y suaves, haciendo delicadas figuras con el vestido; los hombres se muestran recios en un incesante zapateo redoblado.
LA HUILLINCANA.— Cueca recogida por Héctor Pavez. Las Huillincanas y las Cucahuanas son los nombres de las cuecas del sur de Chiloé. Sus características son inconfundibles, pues el cantor huilliche se hace acompañar por el tambor, el acordeón y la guitarra. Se observa además en esta cueca la ausencia de la cuarteta inicial.

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El mayor mérito del «Conjunto Millaray» es su autenticidad.

Gabriela Pizarro y Héctor Pavez sus principales animadores, han vivido en el norte con el hombre pampino, en la zona central con los campesinos, más al sur con los chilotes, asimilando su psicología, sus costumbres, su forma de expresión en el canto y la danza. Ellos no se limitan a repetir una melodía o un movimiento, viven hondamente cada canción, cada baile.

A través de sus interpretaciones podemos descubrir el mundo insospechado y profundo de Chile, su simplicidad, la gracia ingenua, burlona, triste o alegre, de nuestro pueblo.

Sus voces tienes peso de tierra.

Auguro a este joven conjunto, una brillante carrera, se la merecen de sobra, por su modestia, su honradez, su pasión, su total y certera identificación con el hecho folklórico que transmiten.

Margot Loyola

Julio -18-1962.-