Traigo un pueblo en mi voz es un álbum de estudio de Mercedes Sosa, publicado en Argentina por el sello Philips en 1973. Incluye el primer registro de dos canciones icónicas en la discografía de La Negra: “Cuando tenga la tierra”, obra de Daniel Toro y Ariel Petrocelli y “Hermano dame tu mano” creación de Jorge Sosa y Damián Sánchez.
Dice en la contraportada del LP:
Mi obstinada tendencia a lo obvio me dicta en estos momentos una sentencia tan originai como ésta: la condición humana ha sido agraviada desde siempre.
Es posible que un torturador sea un conversador ameno, de chisporroteante ingenio, y que pase por un individuo con sentido del humor. Porque este vocablo sirve para muchas cosas, aunque a veces se lo use mal… ¡tan desmesurada es la perversión de las palabras! (magistralmente, lo señaló Bertrand Rusell: hasta en las biografías de los tiranos figura la palabra “humor” como uno de sus atributos).
Poco importa, para el caso, que Pirandello haya enseñado, hasta el cansancio, que el humor es piedad, comprensión, amor al semejante. Todo esto viene a cuento porque estoy por afirmar que Mercedes sí es un ser humano con sentido del humor. Si se insiste en sostener que el humor es el chiste que provoca la carcajada gorda, o la predisposición, tan común, por otra parte, para reír hasta de la mayor estupidez, prefiero retirar lo dicho.
Mercedes ha viajado por el mundo, y no es una viajera feliz. Algunos viajan como sus valijas: sin ver nada; otros, como turistas: viendo solamente lo que quieren ver; pero Mercedes es una viajera muy peculiar: no disfruta del colorido de una favela, porque insiste en pensar que dentro hay seres humanos, hijos de esta América desgarrada, que viven y mueren en la más espantosa miseria. Eso la entristece. La tristeza, entonces, y la impotencia tiran en yunta. No la conmueve menos la muerte de un niño brasileño, panameño o uruguayo, que la muerte de un chico comprovinciano suyo. Parece estar segura de que “la generosidad empieza por casa”, pero no menos segura de que esa casa es la América toda.
Vive, palpita y sufre con sus hermanos americanos pero también lucha y, a veces, desespera. Teniéndolo todo, muchas veces descubre que no posee nada. Insisto, Pirandello diría que eso es humor y, por lo que puede verse, no es una carga liviana. Su arma —ya se sabe— es su voz y no hay indicios de que esté dispuesta a utilizarla en menesteres enanos. Pelea con lo que tiene, y todavía no la han vencido. Los agravios, las injusticias y las persecuciones no han conseguido su objetivo: sacarle el alma, dejándola viva. Por eso es fuerte, y tal vez de allí emane su poderoso influjo sobre todas las gentes.
Los temas de sus canciones son sociales y casi siempre tristes. Terca, obstinadamente, se empeña en colaborar para modificar la realidad y, al verla actuar, al oírla hablar, sentimos deseos de que acontezca algún prodigio: que los humildes y ofendidos de toda América dejen de serlo, que la paratifoidea sea solamente un mal recuerdo, que la mortalidad infantil y que la violencia que se ejerce sobre el ser humano al que se le quita el trabajo sean algo que sucedió hace tiempo.
Acerca de eso podría respondernos Mercedes, con su estilo tan peculiar de mirar las cosas, la vida y los seres humanos.
Juan Parotti
Canciones:
- Cuando tenga la tierra [Daniel Toro – Ariel Petrocelli] (4:12)
- A mi hermano Miguel [César Vallejo – Ángel Ritro] (2:38)
- Hermano dame tu mano [Jorge Sosa – Damián Sánchez] (3:02)
- Allá lejos y hace tiempo [Armando Tejada Gómez – Ariel Ramírez] (4:22)
- Triunfo agrario [Armando Tejada Gómez – César Isella] (2:08)
- El alazán [Atahualpa Yupanqui – Pablo del Cerro] (3:52)
- Terceto autóctono [César Vallejo – Andrés Óscar Gallegos Guevara] (15:11)
- El manco Arana [Hermanos Núñez] (2:28)
- Vidalita de la paz [Juan Laurentino Ortiz – Ariel Ramírez] (3:55)
- Si un hijo quieren de mí [Leonardo Castillo – Ángel Ritro] (2:54)