Patricio Manns: Patricio Manns (1971)

Quinto disco del compositor chileno Patricio Manns, editado por Philips en 1971, que contó con la participación de la Orquesta Sinfónica de Chile, Orquesta Filarmónica de Santiago, el Conjunto Inti-Illimani y Los Blops, bajo la dirección del maestro Luis Advis. Todos los temas pertenecen en letra y música a Patricio Manns, excepto “Edurne” y “Fiesta”, que son obra del catalán Joan Manuel Serrat. La canción “El exiliado del sur” es composición de Manns sobre un texto de Violeta Parra.

Disco actualmente descatalogado.

Comentario de Marisol García:

El equipo musical tras el quinto álbum de Patricio Manns calza en una época de talentos de impresionante altura e inusual disposición al trabajo en conjunto. Entre otras muchas cosas, la Nueva Canción Chilena fue un movimiento de alianzas, y no sólo entre músicos emparentados por un mismo sonido o compromiso político, sino también de puente entre géneros que nunca antes ni después volverían a vincularse de un modo así de estrecho. Los Blops, por ejemplo, están en cuatro de los doce temas de este disco, y su presencia se hace notar como se esperaría de un grupo rockero: con una insistente guitarra eléctrica en “Su nombre ardió como un pajar” —un tributo al Che Guevara—, con un vivo teclado que tira a psicodélico en “Tamara Bunke” y “Estación terminal”, y con la guía de una guitarra tranquila que va dándole paso a una fuerte batería en “Edurne” (versión para el famoso tema de Joan Manuel Serrat, que es uno de los dos títulos del autor catalán en este disco: también está “La fiesta”). Pero en estos temas también hay violines, flautas, charangos y cajón peruano pues Inti-Illimani y la Orquesta Filarmónica de Santiago son los otros conjuntos que acompañaron a Manns en un álbum artísticamente dirigido, además, por Luis Advis. Los nombres involucrados son enormes. Es sorprendente que un disco así de histórico se mantenga hoy como material de coleccionistas.

El repertorio también es clásico. “Valdivia en la niebla” es una de las composiciones más conocidas del autor, que hábilmente combina la descripción de un recodo sureño con la nostalgia de una pasión amorosa que lo abruma y le hace buscar refugio —sin éxito— en el paisaje:

Me cansa mirar el agua porque están tus ojos dentro.
La oscuridad de la altura no me libra del lucero.
No quiero tocar tu tierra y me alejo río adentro,
no quiero tocar el aire y en gruesa manta me envuelvo,
no quiero morder tu nombre y fumo y fumo en silencio
pero de todo me asaltas porque en todo estás viviendo.

Bastan una guitarra, la voz y esos versos desolados para que se imponga una conmovedora solemnidad.

La mezcla de Naturaleza y romance ha sido constante en la discografía de Manns, como dos inquietudes vinculadas a su crianza en el sur y a la intensidad sentimental que ha definido su carisma. Es esa misma mirada la de “El canto de los gallos”, otra fina balada de evocación amorosa, que se une en espíritu a los muchos versos de despedida de este disco esencialmente nostálgico:

Por el canto del gallo
yo miré tu partida
labrada con los signos
de dos pies solitarios
perdiéndose tan lejos
que apenas ya descifro
tus andares de olvido.

La nieve del invierno
no pudo con tus huellas
vaciadas en los campos.

Ni pueden los aromos
mentir sobre tu pelo,
ni puede el puelche fiero
tergiversar tus voces
derramadas volando.

Aunque fue publicado en 1971, éste fue el último disco de Manns antes de partir al exilio. Publicado en plena UP, podría esperarse en sus versos un entusiasmo allendista evidente, pero éste se manifiesta apenas en “No cierres los ojos” («Son hombres de mi país / repartidos al azar / que empuñando su esperanza / y blandiendo sus jirones / y esgrimiendo su confianza / fueron a las elecciones / a ganar»), y el cantautor parece más interesado en vincular su inquietud revolucionaria con historias íntimas, como las de “Morimos solos” o “La ventana”; ambas sobre la partida anónima de jóvenes a la guerrilla. Esa recurrencia de historias de separaciones, adioses y distancias se lee con inquietud a la luz de los sucesos históricos: en menos de dos años, Manns partiría asilado a Cuba dando inicio a un destierro de quince años. “Estación terminal”, una canción tensa y llena de imaginativos quiebres, no puede dejar de interpretarse como una visión adelantada del magnífico canto de exilio que el propio Manns desarrollaría más tarde en Europa:

Mi pueblo adormecido en el invierno me esperó.
¿A qué se vuelve? ¿A qué se vuelve?
¿A qué regreso yo?
¿Acaso soy el mismo solitario
guardián de amanecidas
que un día se marchó?

Es éste un disco lleno de sorpresas, como la anterior, y que además contiene la gran injusticia de tener la versión original pero apenas conocida de “El exiliado del sur”. La musicalización de Manns para las décimas de Violeta Parra se haría célebre en la interpretación de Inti-Illimani, grabada meses después de este disco para Autores chilenos. Aquí son también los Inti quienes apoyan a Manns en los arreglos, pero es su voz la que dirige el canto. En comparación, esta versión primigenia suena más cruda (no hay armonías vocales), pero igualmente asombrosa. Nunca terminará de valorarse lo que Manns hizo con poesía que aún estaba inédita cuando él la descubrió y musicalizó, y que, años después, vino a saber correspondía a una forma folclórica denominada «cuerpo repartido». Violeta Parra, Inti-Illimani y Patricio Manns unidos en una misma canción sobre el afecto por Chile y el despliegue espiritual a lo largo del territorio es una de las cumbres de nuestra música popular, pero aquí se presenta sin gran parafernalia como un título más en un disco que aún no adquiría conciencia de su relevancia histórica.

Marisol García
Fuente: Descatalogados

Canciones:

  1. Edurne [Joan Manuel Serrat] (4:13)
  2. Canción para levantar una casa [Patricio Manns] (4:52)
  3. Estación terminal [Patricio Manns] (3:16)
  4. Morimos solos [Patricio Manns] (3:48)
  5. El exiliado del sur [Violeta Parra – Patricio Manns] (2:56)
  6. Su nombre ardió como un pajar [Patricio Manns] (2:32)
  7. Fiesta [Joan Manuel Serrat] (2:57)
  8. Tamara Bunke [Patricio Manns] (2:26)
  9. No cierres los ojos [Patricio Manns] (4:01)
  10. El canto de los gallos [Patricio Manns] (4:09)
  11. La ventana [Patricio Manns] (4:07)
  12. Valdivia en la niebla [Patricio Manns] (5:33)

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