Una vez que Valericio Leppe abandona en 1968 el Conjunto Quelentaro, decide dar vida a un nuevo proyecto musical, para lo cual convoca a Pedro Yáñez, joven folklorista originario de Campanario, que había sido director musical y fundador de Inti-Illimani, para que juntos dieran vida al Dúo Coirón. Dos años después de nacido, el dúo graba su primer LP, que fue publicado por EMI-Odeón Chilena, como volumen XXI de su serie “El Folklore de Chile” (LDC-35233). El disco llevó por título “El Obligao …trabajador de la tierra”, y en él Leppe y Yáñez dan vida a doce canciones, siete de ellas compuestas por Leppe y las otras cinco recopiladas del folklore. Estas son entrelazadas por el diálogo de dos hombres que en su conversación de noche lluviosa, dan continuidad al disco, como si de una sola pieza se tratara.
Presentación de la contraportada del LP:
El coirón que crece en las heladas llanuras patagónicas es, bajo su apariencia hostil y espinuda, garantía de supervivencia para los innumerables rebaños de ovejas que les pueblan, y que hallan en él el único alimento invernal.
Acertada ha sido la idea de Valericio Leppe de bautizar su dúo con Pedro Yáñez con ese nombre, porque ha querido representar justamente lo que en el hombre de campo auténtico es la condición ancestral básica: las virtudes esenciales de nobleza, fuerza vital y perennidad envueltas en un exterior tosco y árido.
Tenemos entonces en el presente disco dos facetas bien representativas de ese tipo humano: por un lado, las canciones que cuadran al hombre rudo, trabajador y acostumbrado a la vida campestre, difícil y primitiva; y por el otro, una expresión suya de amor y emotividad, bajo forma de tonadas y melodías de poética belleza folklórica.
El todo lo hemos reunido y ordenado de modo tal que, una vez integrada la glosa de ambos campesinos que viajan juntos, a pie, por llanos y cerros, la unidad se logra perfectamente. Esta unidad está aquí, tanto en el presente disco bien motivado, como en la imagen del hombre de la tierra que, como “obligao”, si bien se ubica en uno de los peldaños más bajos de la escala social y humana, por sibilina coincidencia dictada por leyes aún no bien comprendidas por el hombre actual, se halla más próximo que nadie a la raíz y al origen mismo dela condición humana.
Valericio Leppe fue integrante del Conjunto Quelentaro, en donde lo conocí. Hombre de pocas palabras, pasó tiempo hasta que tomamos una noción más completa de su verdadera condición artística. Recientemente, conversando sobre el inagotable tema folklórico, reveló a través de sus palabras una veta vernácula muy rica y elocuente. Es de Pencahue, de Talca hacia la costa, y alude a ello con frecuencia, aseverando que su zona contiene inexplorada riqueza folklórica. Al escucharlo, pienso que es cierto, y además me resulta por demás interesante la pureza y autenticidad con que nos ha traído su recado campesino, al que ha cuidado muy bien en este viaje más de tiempo que de espacio, para que no le pase nada. Valericio es, a mi juicio, un folklorista puro, y cuando canta tiene sólo una conciencia vaga de ello; parece más bien un puente mediúmnico que da paso al secreto mensaje de un ralo grupo de seres humanos que pugnan por mantenerse tales.
De Pedro Yáñez sólo puedo decir que es un hombre callado, que proviene de Campanario (Concepción), y anda por aquí, por la selva de cemento, con expresión ausente, tímida, inalterablemente serena, trasuntando una lejanía, una nostalgia campesina que lo acompañan como su sombra. También lo acompaña la guitarra, pero a esta hay que oírla hablar. Elocuente, directa, sencilla, tierna y pura. En este disco, y en el incipiente dúo Coirón, partió secundándolo a Leppe y aportándole armonías instrumentales y tonos de voz realmente maravillosos.
Atención al Dúo Coirón, creo que traerá cosas valiosísimas al aún disperso patrimonio folklórico de Chile
Nouzeilles
(Director Artístico)
Canciones:
- Lluvia de julio [Valericio Leppe] (4:24)
- El obligao [Valericio Leppe] (3:51)
- Los arrieros [Valericio Leppe] (3:31)
- Repechando [Valericio Leppe] (3:42)
- José Ramírez Rosales [Valericio Leppe] (3:20)
- Boca amarga [Valericio Leppe] (4:03)
- Blanco y azul [Del folklore] (4:10)
- El hortelano [Del folklore] (3:16)
- Mal pagado [Valericio Leppe] (3:54)
- Destinado a padecer [Valericio Leppe] (2:57)
- El resentido [Valericio Leppe] (3:09)
- El trovador [Valericio Leppe] (4:00)
Me parece u trabajo extraordinario, una representacion digna y veridica de lo que es el hombre de campo, sin disfraces ni caricaturas, que es a lo que estamos acostumbrados. Aca se presenta un trabajo de verdadera raìz folcklorica, sin maquillaje, vida dura, tosca, pobre y sacrificada, con aspectos estilisticos de la tierra misma, con gutarra y voz natural.
Leppe y Yañez……grandes de la nueva canciòn chilena.